Las enfermedades respiratorias o IRAS, son una de las principales causas de consulta y hasta de muerte en la población.
Las enfermedades respiratorias son causadas por microbios que están en el ambiente o en las gotitas de saliva o moco, que una persona enferma arroja al toser, hablar o estornudar.
Las enfermedades más comunes son las gripas, las amigdalitis o enfermedad en las anginas, la bronquitis y la pulmonía.
Las principales manifestaciones de estas enfermedades son la tos, el catarro, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolor de oídos, malestar general y aumento en la temperatura.
Como la vía de entrada de los microbios que producen estas enfermedades son la nariz y la boca, las primeras manifestaciones son la tos y el estornudo, que son reacciones de defensa. Por eso al toser o estornudar se debe uno tapar la boca y nariz para no diseminar los microbios y evitar el contagio a otras personas.
Son más frecuentes durante la época de frío, debiro a que los vellitos de la nariz, que se encargan de detener microbios se paralizan, permitiento la fácil entrada a los órganos respiratorios altos. Para prevenirlas es recomendable utilizar bufandas o cubre bocas al salir a la calle.
Otro motivo es que la mucosa de la naríz tiene como función el calentar el aire que entra a los pulmones, pero cuando el ambiente está muy frío, no pueden cumplir con su función y esto ocasiona que los microbios penetren hasta la traquea y pulmones ocasionando infecciones más severas.
Estas enfermedades se controlan fácilmente cuando se atienden oportunamente. Para hacerlo es necesario no exponerse a cambios de temperatura o al frío, reposar, alimentarse bien, comer mucha fruta y verdura, tomar mucha agua limpia y hervida y atender bien al tratamiento que el médico nos recomiende.
Las enfermedades respiratorias pueden ser muy peligrosas si no se controlan a tiempo, ya que los microbios pueden llegar hasta los pulmones y causar enfermedades graves como la pulmonía.
Muchas veces al empezar algún tratamiento médico, en cuanto nos empezamos a sentir mejor, lo suspendemos. Esto no es bueno porque los microbios pueden reproducirse nuevamente y como nuestras defensas están bajas, la enfermedad puede ser más grave. Por eso, siempre hay que terminar el tratamiento completo.
Las enfermedades respiratorias son causadas por microbios que están en el ambiente o en las gotitas de saliva o moco, que una persona enferma arroja al toser, hablar o estornudar.
Las enfermedades más comunes son las gripas, las amigdalitis o enfermedad en las anginas, la bronquitis y la pulmonía.
Las principales manifestaciones de estas enfermedades son la tos, el catarro, dolor de cabeza, dolor de garganta, dolor de oídos, malestar general y aumento en la temperatura.
Como la vía de entrada de los microbios que producen estas enfermedades son la nariz y la boca, las primeras manifestaciones son la tos y el estornudo, que son reacciones de defensa. Por eso al toser o estornudar se debe uno tapar la boca y nariz para no diseminar los microbios y evitar el contagio a otras personas.
Son más frecuentes durante la época de frío, debiro a que los vellitos de la nariz, que se encargan de detener microbios se paralizan, permitiento la fácil entrada a los órganos respiratorios altos. Para prevenirlas es recomendable utilizar bufandas o cubre bocas al salir a la calle.
Otro motivo es que la mucosa de la naríz tiene como función el calentar el aire que entra a los pulmones, pero cuando el ambiente está muy frío, no pueden cumplir con su función y esto ocasiona que los microbios penetren hasta la traquea y pulmones ocasionando infecciones más severas.
Estas enfermedades se controlan fácilmente cuando se atienden oportunamente. Para hacerlo es necesario no exponerse a cambios de temperatura o al frío, reposar, alimentarse bien, comer mucha fruta y verdura, tomar mucha agua limpia y hervida y atender bien al tratamiento que el médico nos recomiende.
Las enfermedades respiratorias pueden ser muy peligrosas si no se controlan a tiempo, ya que los microbios pueden llegar hasta los pulmones y causar enfermedades graves como la pulmonía.
Muchas veces al empezar algún tratamiento médico, en cuanto nos empezamos a sentir mejor, lo suspendemos. Esto no es bueno porque los microbios pueden reproducirse nuevamente y como nuestras defensas están bajas, la enfermedad puede ser más grave. Por eso, siempre hay que terminar el tratamiento completo.
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